domingo, 22 de abril de 2007

Escudo de Alcohol o La Actuación de un Guión Repetido


El vaso de whiskye frío en mi pecho…
¿Por qué siempre lo pongo ahí?
Con el brazo flectado, y el licor delante del corazón…

Como un escudo quizás…

Entre ella y yo… siempre la vía…

Siempre el escape de la embriaguez
Siempre la última palabra, el último recurso

Sin palabras… la peor de las excusas
Un desmayo, un no me acuerdo, un no era yo…
Un no eras tú… un dónde estoy, un patético quién soy…
Un aún peor sabor de boca
Y un recuerdo difuso
Donde no caben sensaciones definidas
Sino más bien una suerte de sello de agua
A tras luz un sentimiento, una temperatura: cálido tal vez
Será un abrazo… un seno…
O solo el calor del alcohol atravesando mi pecho…


Tus palabras se hacen sordas…
Mis oídos se rebelan en contra de la amonestación
No quieren escuchar más sonidos repentinos, ni estruendos…
Aunque yo sea el culpable…
El escudo de alcohol se encuentra entre nosotros.
Te hace insignificante… aunque sea un mutuo engaño
Yo tengo una disculpa tergiversada…
Tú una manera de no confirmar lo que tu madre decía de mí…
Solo se ha dormido, no me ha entendido… usa lo que quieras…
Mientras salve el día…



¡¿Quién iba a pensarlo?!
Esta última pelea… ya no era suficiente
El vaso interpuesto entre nosotros…
Por más que mire a través del cristal…
Por más que parezcas una mancha más de luz anaranjada
Deformándose al colarse en el licor…
Por más que intente imaginar que no eres tú…
Tus palabras se vuelven más reales, más crueles…
Mi culpa aumente…
Necesito un salvavidas mejor…


Nunca pensé recurrir a aquello…
El peor de los artilugios mentales…
La peor de las defensas…


Convertirme en el monstruo bajo la cama
En el mono rabioso del armario…
En el esqueleto en el ático…
En el secreto mejor guardado en el baúl de los recuerdos…
En la página arrancada de mi viejo diario…
Convertirme en lo que más temí…
En el que sostenía el vaso delante de su pecho
En el primero que comenzó a utilizarlo como escudo…
Y por un segundo ser él…
Por un segundo ser mi padre…


El momento preciso… en realidad no lo recuerdo…
Del dolor en mi mano… si soy consciente…
Del vaso roto en el suelo… y del whiskye en tu pelo…
No puedo negarlo…
De tu mirada hacía arriba, botada en la alfombra


Con ojos perdidos… No encuentras la lógica…
Se ha perdido, no encaja en tus recuerdos… en la imagen
De alcohólico, pero perfecto…
Lloras Con fuerza intentando borrar…
Lloro con pena… intentando expiar…
Y el vaso de whiskye que antes fue escudo…
Se convierte ahora en juez y verdugo…


Nunca fui bueno con las palabras… ni con los oídos…
Solo distingo entre muy bueno o muy malo…
Tampoco sé pedir disculpas…

Quizás lo consiga este vidrio…
Enterrado en mi brazo… con profundidad decente…
Espero en realidad que sea suficiente
Para comunicar cuanto lo siento…
Quizás debería aprender a hablar con la boca…

Menos con el cuerpo…
Pero es demasiado trabajo por hoy…
Y aún me queda un concho de whiskye…

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